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SALA  ESPLENDOR Y RUINA DE LA ESPAÑA IMPERIAL

En 1643 llega un gran golpe para la moral del ejército español de la mano de la derrota en la Batalla de Rocroi, un golpe más importante por lo que simbolizó que por el efecto estratégico que supuso la derrota. En cualquier caso tras la derrota de Rocroi el Imperio Español comenzó un declive que solo se vería frenado en parte del Siglo XVIII pero el imperio jamás conseguiría ya el nivel de grandeza mostrado a finales del siglo XVI y principios del XVII.

Procedencia de imagen

Pintor: Augusto Ferrer-Dalmau, 2011.

Pintura al óleo.

 

Fragmento de Quevedo, poema Miré los muros de la patria mía: 

 

Miré los muros de la patria mía,

si un tiempo fuertes, ya desmoronados,

de la carrera de la edad cansados,

por quien caduca ya su valentía.

Nombre: La rendición de Granada
Pintor: Francisco Padrilla
Fecha: 1882
Localización: Palacio del Senado, Madrid
ROAMNCE DE ABENÁMAR:

—¡Abenámar, Abenámar,   moro de la morería, 
el día que tú naciste   grandes señales había! 
Estaba la mar en calma,   la luna estaba crecida, 
moro que en tal signo nace   no debe decir mentira.

Allí respondiera el moro,   bien oiréis lo que diría: 
—Yo te lo diré, señor,   aunque me cueste la vida, 
porque soy hijo de un moro   y una cristiana cautiva; 
siendo yo niño y muchacho   mi madre me lo decía 
que mentira no dijese,   que era grande villanía: 
por tanto, pregunta, rey,   que la verdad te diría. 
—Yo te agradezco, Abenámar,   aquesa tu cortesía. 
¿Qué castillos son aquéllos?   ¡Altos son y relucían!

—El Alhambra era, señor,   y la otra la mezquita, 
los otros los Alixares,   labrados a maravilla. 
El moro que los labraba   cien doblas ganaba al día, 
y el día que no los labra,   otras tantas se perdía. 
El otro es Generalife,   huerta que par no tenía; 
el otro Torres Bermejas,   castillo de gran valía. 
Allí habló el rey don Juan,   bien oiréis lo que decía: 
—Si tú quisieses, Granada,   contigo me casaría; 
daréte en arras y dote   a Córdoba y a Sevilla. 
—Casada soy, rey don Juan,   casada soy, que no viuda; 
el moro que a mí me tiene   muy grande bien me quería.

 

Anónimo, Romancero Viejo

 

La ruina de la España Imperial surgió mientras el gobierno de Carlos V embarca para Alemania para recoger la corona imperial, tras el resurgir de ambiciones de toda clase por parte de la nobleza que trataba de recuperar algunas posiciones perdidas. Otra causa fue la crisis política que dió lugar a numerosos problemas durante dicho periodo, el cual abarcó cerca de dos décadas. A causa de ello los comuneros se rebelaron contra el rey Carlos V, hecho que se representa en el anterior cuadro.

 

En base a esta crisis de la que hablábamos, podemos observar a continuación una carta que escribió Gonzalo de Ayora que era comunero a un secretario que se llamaba Miguel Pérez de Almazán. En ella advierte a lo que puede conllevar dicha crisis:

 

“La gente menuda ya no puede contribuir en todas las exacciones fiscales exigidas; el pueblo muestra inmenso descontento contra el rey Fernando; hora es ya de tomar las medidas apropiadas para salir del paso "y no se dé a diez lo que pertenece a ciento"; de no proceder así, las cosas pueden llegar a derramamiento de sangre”.

 

Nombre: Derrota de la Armada Invencible

Pintor: Philippe-Jacques de Loutherbourg

Fecha: 1796

Técnica: óleo sobre tela

Ubicación: National Maritime Museum, Greenwich (Londres)

Texto literario:

Vate, fama veloz, las prestas alas

rompe del norte las cerradas nieblas;

aligera los pies, llega y destruye

el confusso rrumor de nueuas malas,

y con tu luz desparçe las tinieblas 

del credito español, que de ti huye;

esta preñez concluye

en vn parto dichosso, que nos muestre

vn fin alegre de la illustre empressa,

cuyo fin nos suspende, alibia y pessa,

ya en contienda naual, ya en la terrestre,

hasta que, con tus ojos y tus lenguas

diziendo agenas menguas,

de los hijos de España el valor cantes,

con que admires al cielo,

al suelo espantes[...].


 


 
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